Malas Decisiones

Hay decisiones en la vida que nos marcan, incluso para el resto de nuestra vida. Hay decisiones que deseas que esperas que todo vaya bien, con la secesión tomada. Pero hay decisiones, que te dejan huella en la piel e incluso en los sentimientos y que por esas decisiones no te vuelves a arriesgar, por miedo a no volver a salir lastimado. Cuando somos jóvenes a pesar de que todo el mundo te advierte de las cosas, tomamos una mala decisión a veces incluso por llevarle la contraria a nuestros padres. Y es que somos idiotas si ellos nos lo dicen es porque ya lo han vivido porque ya se han equivocado y saben las consecuencias y los malos ratos. También hay que aprender y puede ser que a base de hostias tomar la decisión correcta una vez tomada unas cuantas malas decisiones. Dicen que rectificar es de sabios. Muchas veces no resulta o no sé como rectificar muchas cosas de mi vida. A veces me siento sola rodeada de tanta gente y siento que me falta hasta el aire. Es que siento o me hago sentir a mi misma que soy la única que no sabe tomar una decisión que enderece mi vida para que vaya a mejor. Soy cobarde porque pude tomar una decisión que creo que me hubiera hecho feliz y salir Del Pozo que me metí  yo sola. Pero por miedo y tomar malas decisiones seguí en ese pozo mucho tiempo, y tenía la escalera enfrente de mis ojos, sé que no quería verla, no quería subir. Pero estaba ahí y tarde pero al final subí. Y creo que ya va siendo hora de que empiece a alejarme de ese pozo en que me metí por tanto tiempo. Creo que es hora de tomar la decisión correcta. De dejar el miedo atrás.  De ser yo. Y de que nadie nunca más me vuelva a echarme la soga al cuello. Ni yo misma. Por eso antes de tomar una decisión pensarla porque os puede cambiar para el resto de la vida.