El juego
Me cansé de jugar a tu juego, porque realmente el que jugaba eras tú.
Tú eras quien conocía las reglas de tu propio juego en el que me has querido embaucar y que estoy saliendo poco a poco. Estoy cansada/agotada de nunca ganar, de un tira y afloja que va dejando cicatrices cada vez más difíciles de curar. Cansada de que mi mayor prioridad no sea yo. Me doy cuenta de que doy demasiado y que recibo poco. Cuando no esperas nada a cambio lo haces hasta con gratitud, pero a veces necesito recibir lo mismo que doy. Porque todos MERECEMOS LO QUE DAMOS. No conformarnos con ser la opción. No quiero ser la opción, si no, la selección. Cansa ver cómo te eligen cuando, quedas de las últimas. Realmente será que no elijo bien quién está en mi equipo para jugar o que me conformo con cualquier equipo, cuando me toca elegir. A veces no importa ganar, si no pasar un rato agradable, un juego limpio y con jugadores que cuando te caes en la partida te ayuden a levantarte. Porque a veces se gana y otras se pierde. ¿De que nos sirve valorar las cosas cuando las hemos perdido? Queremos ganar incluso perdiendo. Realmente, ¿Qué se gana en los juegos? Porque ganar estando vacío es como perder. Aunque se infle el ego de quien se proclama “ganador”.
No juegues si no tienes claras las reglas del juego.
Comentarios
Publicar un comentario