Cuento de Hadas
Siempre
he dicho que es mejor la verdad por delante, por mucho que duela.
Será que soy esa típica chica que se hace ilusiones en la cabeza y que tarde o
temprano te estalla la realidad de frente y no la ves venir.
Y
duele tanto...
Cuando
llegan esos días en los que me digo ya es hora de madurar, de dejar la
estupidez atrás, de creer cuentos que me hago yo misma , dejar de ser estúpida.
Cansa
ya que se rían de una, de intentar llevarte bien con todo el mundo, y que sean
tan cínicos que te muestran una sonrisa y por detrás están deseando clavarte un
puñal.
Y
de esas ocasiones que cuanto más invisible quieres ser, más te ven.
Tomar
decisiones que duelen, pero son necesarias.
No
se puede pretender ser alguien que realmente no eres.
Muchas
veces cambiamos por ciertas personas, pero esas personas,
¿están
dispuestas a cambiar a por ti? o al menos ¿intentarlo?
¿merece
realmente la pena?
Lo
que realmente merece la pena, al menos para mí, es levantar la cabeza, mirarte
al espejo, salir a la calle y decir aquí estoy.
Y
tener el valor suficiente para decir "hoy no me importa el qué
dirán"
O
borrar esos recuerdos que duelen, pero que por una extraña razón aún
conservas.
Se
lucha por lo que se quiere tener o por lo que quieres conservar.
Hay
que hacerse a la idea, de que los trenes pasan, y si no estás en la parada
justo a la hora adecuada, el tren te ha dejado en la estación. Pero tampoco se
puedes pretender que pase en el momento, en el lugar, que uno quiere.
Pero
una cosa sí, hay que estar preparado para todo ello.
La
vida es cuento, en el que, cada persona es protagonista de su propia historia,
y que escribimos cada uno,
no
dejes que nadie escriba tu propia historia.
Escribe
tu felicidad.
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